Científico de profesión y viajero en bici por pasión. Así se
autodefine Damian Alejandro Lopez, más conocido como su álter ego, Jamerboi.
Seis años atrás se propuso pedalear desde Alaska hasta Usuahia en dos años.
Pero esos dos años se convirtieron en cuatro años repletos de historias,
aprendizajes, anécdotas y vivencias compartidas. Hoy Jamerboi es la inspiración
de muchxs viajerxs que están preparando su viaje. Por eso, dedicamos todo
nuestro programa radial para hablar con este intrépido ciclista.
Nació en Mar del Plata, Argentina. Estudió química, hizo un
doctorado, siguió trabajando en el ámbito académico y al mismo tiempo, iba desarrollando
esa doble personalidad que lo impulsaba a pedalear por el mundo. Al principio realizaba
pequeños viajes, hasta que el lado Jamerboi pudo más y decidió dejarlo todo por
la bici.
Con udes: Jamerboi |
El 4 de julio de 2007 comenzó su gran periplo. Arrancó desde
arriba, de Alaska hasta Mar del Plata, de un extremo al otro del continente. Recorrió
53 mil kilómetros, bajando por Canadá, EEUU, México, Costa Rica, Colombia,
Venezuela, Perú, Bolivia y Argentina. En ese transitar, se hospedó en Misiones,
y ahí fue donde empezamos a conocer su historia. Finalmente, llegó a su hogar
cuatro años después, el 16 de abril de 2011.
El antes y el después para Damián fue su primer viaje a los
24 años, pedaleando por la ruta 40 de La Patagonia, desde San Martín hasta la Ushuaia.
“Ahí fue donde me gané este apodo de Jamerboi gracias a otros ciclistas, porque
llevo un martillito de madera para clavar las estacas”, contó en la entrevista
radial.
En esos primeros caminos, conoció a otros ciclistas que le
incentivaron a realizar el gran viaje y cumplir ese gran sueño. “Pasaron ocho
años hasta que realmente pude largarme y concretarlo porque tuve que ahorrar mucho tiempo, tener el equipo
y los fondos necesarios para subsistir a lo largo del viaje”.
Llegando a una Aldea Infantil SOS |
La mirada social fue una cuestión
fundamental en la decisión de Jamerboi. No era un simple viaje en bicicleta. “Me
parecía que necesitaba poder devolver algo de todo lo que yo sabía que iba a
recibir de la gente y del viaje en sí”. Entonces decidió promover una ONG
llamada Aldeas Infantiles SOS, que trabaja para chicos y chicas sin familias. “Ese
fue el verdadero motor y el eje central de toda la travesía”. En total, visitó
34 aldeas de toda América.
Su vida y su casa durante esos cuatro
años, fue Maira, su bici que llegó a pesar 80 kilos. En el camino, sufrió
robos, se cayó y se enfermó, pero Jamerboi prefiere rescatar lo valioso de
andar en bicicleta y nutrirse de otros mundos. “Lo que uno aprende en la calle
y viajando, te va nutriendo y te va dando perspectivas diferentes de las realidades
que uno en general viviendo en la ciudad y en su rutina diaria se las pierde”.
Maira, su bici de 80 kilos |
En ese sentido, también habló sobre
las desigualdades que descubrió en el camino: “Lo más duro es cruzarse con los
extremos de pobrezas que son desoladores. No hace falta irse lejos para ver
eso. Uno se cree que solo en Centro América podes encontrar estas situaciones,
y en realidad lo podes encontrar en cualquier lado. Pero sobre todo en Honduras
y Nicaragua ver eso tan de cerca, tan palpable. Es un golpe bastante duro y eso
te hace apreciar mucho más las cosas que uno tiene diariamente”.
En 2011, llegó a su casa de Mar del Plata, sin un peso, endeudado y con la necesidad
de conseguir un trabajo. Entonces, obtuvo un puesto como científico invernante en la Antártida. No pudo con su genio y se llevó su
bicicleta. “Hice la primera Masa Crítica unipersonal”, contó entre risas.
Allí encontró el amor: Uli, una científica. Se enamoraron y hoy viven en Alemania, donde ya comenzaron a viajar en la caravana mágica en pareja y con Maika, la mascota.
SEGÚN JAMERBOI:
La Masa Crítica unipersonal en la Antártida |
SEGÚN JAMERBOI:
El paisaje más asombroso: El Salar de Uyuni en Bolivia.
Los países más
amigables: Colombia y Argentina.
El lugar más inseguro: El Salvador.
El más seguro: La Patagonia.
Consejos para intentarlo: Empezar con pequeños viajes. Ir cómodxs con una posición adecuada en la bicicleta y utilizar ropas confortables.
Consejos para intentarlo: Empezar con pequeños viajes. Ir cómodxs con una posición adecuada en la bicicleta y utilizar ropas confortables.
Frase inspiradora: “que sea lo que sea” (canción de Drexler).