"Yo creo que nadie ha definido hasta hoy un cuento de
manera satisfactoria, cada escritor tiene su propia idea del cuento. En mi
caso, el cuento es un relato en el que lo que interesa es una cierta tensión,
una cierta capacidad de atrapar al lector y llevarlo de una manera que podemos
calificar casi de fatal hacia una desembocadura, hacia un final. Aunque parezca
broma, un cuento es como andar en bicicleta..."
Así describió el genio literato Julio Florencio Cortázar la
experiencia de escribir. Nació en Bruselas el 26 de Agosto de 1914, pero
transcurrió la mayor parte de su vida en Argentina. Se trata de uno de los
escritores más admirado de la historia de la literatura, y personalmente,
siempre recomiendo sus cuentos por considerarlo el mejor narrador de todos los
tiempos. Murió en 1984 pero su paso por el mundo seguirá suscitando la exaltación
de quienes conocimos su vida y su obra.
Días atrás, más exactamente el 13 de junio, se celebró en
Argentina el Día del Escritor que fue instituido por la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE), por ser la fecha de nacimiento del reconocido escritor
argentino Leopoldo Lugones. Desde Diarios de Bicicleta, recordamos a aquellos
grandes literatos que también amaban a la bicicleta, un medio de transporte que
incluso funcionó como una herramienta de inspiración para la escritura.
Para el cuentista,
dramaturgo y poeta uruguayo Horacio Quiroga no era el ciclismo sólo un
espectáculo. Él era, ante todo, un corredor. Nació en Salto, Uruguay pero
vivió, pensó, amó y escribió sus obras más leídas en Misiones. Sus biógrafos
han evocado ya sus hazañas primeras y su contagiosa devoción que le permitió fundar
el Club Ciclista Salteño. Una de sus más comentadas pruebas fue la de unir en
compañía de otro entusiasta, Carlos Berruti, las ciudades de Salto y Paysandú,
en un viaje en bicicleta realizado a fines de 1897. La prensa publicó parte de
la crónica del viaje, donde Quiroga decía: “Porque el gran atractivo de la
bicicleta consiste en transportarse, llevarse uno mismo, devorar distancias,
asombrar al cronógrafo, y exclamar al fin de la carrera: ¡mis fuerzas me han
traído!”
Otro gran escritor argentino que vivió parte de su vida
arriba de una bicicleta, fue Jorge Luis Borges. En una entrevista que le realizaron
a Norah, la hermana de Georgie (así le apodaba a Borges), ella describió la infancia
del escritor: “Fue en Palermo, en la calle Serrano y fue en Adrogué y fue en un
hotel que se llamaba Las Delicias… Casonas viejas, zaguanes, aljibes… Después
viajamos a Ginebra y allí ingresé a la escuela de Bellas Artes. Me agregaron
edad para ingresar… Georgie estaba en otra facultad, muchas veces iba en
bicicleta a Francia, allí le enseñaban lo que a él le gustaba; tenía que
atravesar un puente o la frontera… Iba en bicicleta ¡y él apenas veía! Ya tenía
problemas Georgie, pero para no entristecer a mi madre él no se lo decía…
Entonces madre lo dejaba ir en bicicleta…”.
También a nivel mundial
También a nivel mundial
“Siempre que veo a un adulto encima de una bicicleta
recupero la esperanza en el futuro de la raza humana”, dijo Herbert George
Wells, escritor, novelista, historiador y filósofo británico, más conocido por
su obra La Guerra de los Mundos. Famoso también por sus novelas de ciencia
ficción y considerado junto a Julio Verne como uno de los precursores de este género.
“Cuando el día se
vuelva oscuro, cuando el trabajo parezca monótono, cuando resulte difícil
conservar la esperanza, simplemente sube a una bicicleta y date un paseo por la
carretera, sin pensar en nada más”, expresó Arthur Conan Doyle, escritor
escocés, célebre por crear al famoso detective, Sherlock Holmes.
Por último, les dejo otra frase de un novelista y cuentista
estadounidense, su obra fue de gran inspiración para infinidad de literatos y
periodistas del mundo entero… Ernest Hemingway decía: “Yendo en bicicleta es
como mejor se conocen los contornos de un país, pues uno suda ascendiendo a los
montes y se desliza en las bajadas”.
De mi amigo Aguaraí
Y si de grandes escritores hablamos, no quisiera dejar de homenajear al maestro Javier Arguindegui, más conocido como Aguaraí. Hace varios años que escribe una columna diaria en la página 2 del diario El Territorio, de Posadas Misiones. La bicicleta fue la protagonista de algunos de sus relatos, como por ejemplo esta historia que se publicó en noviembre del año pasado: http://www.territoriodigital.com/edimpresa.aspx?s=7&f=23/11/2011
Amigo, toda mi admiración para vos. Gracias por compartir y contagiar tanto entusiasmo!
De mi amigo Aguaraí
Y si de grandes escritores hablamos, no quisiera dejar de homenajear al maestro Javier Arguindegui, más conocido como Aguaraí. Hace varios años que escribe una columna diaria en la página 2 del diario El Territorio, de Posadas Misiones. La bicicleta fue la protagonista de algunos de sus relatos, como por ejemplo esta historia que se publicó en noviembre del año pasado: http://www.territoriodigital.com/edimpresa.aspx?s=7&f=23/11/2011
Amigo, toda mi admiración para vos. Gracias por compartir y contagiar tanto entusiasmo!
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