jueves, 15 de marzo de 2012

La inspiración del séptimo arte


¿Quién no recuerda esa imagen memorable del niño que pedalea una bicicleta y en su canasto lleva escondido a su amigo extraterrestre cuando de repente comienzan a sobrevolar la ciudad cruzando frente a la gigantesca luna llena? Esta escena forma parte de la película E.T. y ya pertenece a la memoria colectiva de millones de personas en el mundo. Es uno de los cientos de films que tiene al velocípedo como protagonista del relato cinematográfico. De algún modo, la bicicleta también fue inspiración para el séptimo arte. Las historias pueden ser distintas, pero la bici siempre está relacionada con la amistad, el amor, la alegría, la aventura y la libertad. Diarios de Bicicleta te ayuda a recordar solo algunas de esas películas.  

LA VIDA ES BELLA
Es una de mis favoritas. Los diálogos, los gestos, el relato, las actuaciones, todo es majestuosamente hermoso y emotivo. De la gran cantidad de películas que denuncian al nazismo, creo que La Vida es Bella es la única que supo mostrar el lado más humano y tierno en medio de tanta tortura y crueldad.
La bicicleta aparece en varios momentos del film. “Buongiorno principessa”, saluda el protagonista al amor de su vida luego de chocar con una bicicleta que “tomó prestada” de la calle. También, otra escena divertida y alegre sucede cuando la familia entera viaja en bici por la ciudad.   

Dirigida por Roberto Benigni en 1997 con la música de Nicola Piovani. Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a una ciudad de la Toscana (Arezzo) con la intención de abrir una librería. Allí conoce a Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Ferruccio, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.

ET
“E.T., el extraterrestre” es una película Estadounidense de ciencia ficción de 1982, coproducida y dirigida por Steven Spielberg.  En esta película la bici aparece en reiteradas oportunidades y simboliza amistad y aventura. Es el medio de transporte  elegido para vivir los momentos más inolvidables de la niñez.  
Ésta es la historia de una amistad muy especial que se desarrolla entre Elliott, un chico joven y solitario que reside en un barrio a las afueras de una ciudad californiana, y un visitante sabio y de gran corazón procedente de otro planeta que se pierde en la Tierra. Mientras Elliott intenta ayudar a su compañero extraterrestre a contactar con su planeta natal para que le rescaten, deben escapar de científicos y agentes del gobierno que desean apresar al alienígena.

CINEMA PARADISO
Otra de mis películas más amadas. Es de origen italiano, escrita y dirigida por Giuseppe Tornatore en 1988. Del género drama/romántico, constituye un retrato sentimental de la Italia de la posguerra y una declaración de amor al cine. Aquí, la bicicleta es protagonista de una escena mágica. Alfredo pedalea y lleva a Salvatore sentado en el manubrio. Justo en ese momento, se establece un diálogo entrañable donde nace la amistad incondicional entre estos dos personajes.
La película narra la historia de un niño de un pueblecito italiano, en el que el único pasatiempo es disfrutar de las películas del cine Paradiso. Subyugado por las imágenes en movimiento, Salvatore cree ciegamente que el cine es magia, pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa.

UN ANGEL ENAMORADO
A pesar de que el relato sea un tanto pobre de contenido, es una buena película de amor para ver un día de lluvia cuando no hay nada, pero nada de nada, para hacer. Igualmente, la escena donde aparece la bicicleta es maravillosa e inspiradora. Sucede casi al final, cuando Meg Ryan, la protagonista, pedalea irradiando plenitud en su bicicleta y abre sus brazos para sentir la libertad del viento en su rostro... por desgracia, el final es bastante trágico.  
Es una película estadounidense de 1998, dirigida por Brad Silberling. Protagonizada por Nicolas Cage y Meg Ryan, transcurre en Los Ángeles, California. Éste es el caso de una cardióloga llamada Maggie, quien comienza a interesarse por Seth, un ángel llegado a la tierra. Pero la inmortalidad de éste se convertirá en un obstáculo entre los dos.

EL BAÑO DEL PAPA
Si bien esta película no resulte conocida para muchos, en mi opinión, es altamente recomendable. Durante todo el relato cinematográfico, la bicicleta se vincula al trabajo y por ende, se define como el elemento esencial para que una familia entera pueda sobrevivir. Las actuaciones, la fotografía y la historia son la mayor riqueza del film.  
Beto, un contrabandista de poca monta, está convencido de haber dado con el mejor negocio de todos: “el baño del Papa”, donde miles de peregrinos podrán aliviarse. Debe incrementar sus arriesgados y duros viajes al otro lado de la frontera. Deja de lado su gran sueño: comprarse un ciclomotor. Incluso pierde su bien más querido, su bicicleta, con tal de hacerse con la clave de su templo de residuos y riqueza: la taza del váter.
De origen uruguayo, se trata de una historia conmovedora y llena de humor, acerca de la dignidad humana y la solidaridad, del guionista y realizador Enrique Fernández y del director de fotografía y realizador César Charlone (nominado a un Oscar por la fotografía de Ciudad de Dios), y coproducida por Fernando Meirelles, realizador nominado por la Academia de Hollywood (Ciudad de Dios, El jardinero fiel). 
Una peli imperdible y superiormente aconsejable!


¿Y vos? ¿Te acordás de alguna otra película donde aparezca la bicicleta?